Más del 70% de la superficie del planeta es agua y la mayor parte de la población vive en sus proximidades. Se ha vuelto común que estos asentamientos se vean afectados cada vez más seguido por catástrofes naturales y el aumento del nivel de agua —causado por el calentamiento global—, creando así un escenario que trae nuevos desafíos para la forma en que habitamos y pensamos los edificios de ciudades litorales y ribereñas.
La arquitectura flotante se puede adaptar a las variaciones del nivel de agua y diferentes condiciones climáticas, iluminando un potencial camino para solucionar los problemas anteriormente mencionados. A continuación, presentamos 15 proyectos construidos e implementados directamente en océanos, ríos y lagunas y abarcando una amplia variedad de usos: residencial, cultural, educacional, recreativo e infraestructuras.